Jan Virgili, apodado El Virgui. Hoy deslumbra en Mallorca con su desparpajo, y la afición culé empieza a extrañarlo
La salida de Jan Virgili del Barça Atlètic hacia el equipo balear se cerró con condiciones económicas: el FC Barcelona retiene un porcentaje de una futura venta del jugador y, además, conserva un derecho de tanteo en caso de oferta de otro club.
Creció futbolísticamente en Badalona, Vilassar y Mataró, en entornos de competición constante y exigencia física. Esos primeros años le permitieron desarrollar resistencia, capacidad de adaptación y un estilo basado en la intensidad.
Su rendimiento le abrió las puertas del Barça Atlètic. Bajo las órdenes de Juliano Belletti, destacó como extremo con un juego vertical, directo y orientado al desequilibrio. Su perfil se definía por la capacidad de encarar, la aceleración en espacios reducidos y la generación de ocasiones desde banda.
En junio pasado formó parte de la selección española Sub-19 en el Europeo. Posteriormente, disputó el Mundial Sub-20. Su nombre comenzó a situarse entre los jóvenes con mayor proyección dentro del fútbol español.
El verano marcó un punto de inflexión. El Mallorca abonó unos 3,5 millones de euros para hacerse con sus servicios (por el 50 % de sus derechos). Desde entonces, Virgili se ha mantenido entre los convocados y está acumulando buenos minutos: en lo que va de temporada ha sumado 5 partidos de Liga, ha jugado 229 minutos, y ya ha firmado 2 asistencias.
Su valor de mercado ronda los diez millones de euros. En el FC Barcelona se sigue su evolución con atención, especialmente por los derechos que el club mantiene sobre su futuro. La dirección deportiva considera que un eventual regreso sería viable en función de su progresión y de las necesidades de la plantilla.
El Mallorca continúa aprovechando su aporte ofensivo, mientras el Barcelona observa su desarrollo con margen de decisión. Su recorrido seguirá definiendo los próximos pasos, tanto en su carrera como en las estrategias de ambos clubes.
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