El Estadi Olímpic Lluís Companys será el escenario de un duelo apasionante entre dos gigantes europeos: FC Barcelona y Paris Saint-Germain, en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League
Más allá de los nombres, el encuentro representa el primer cara a cara entre Hansi Flick y Luis Enrique a nivel de clubes. Si bien ya se habían enfrentado anteriormente como seleccionadores —en el empate 1-1 entre España y Alemania durante la fase de grupos del Mundial de Catar 2022—, este nuevo duelo traslada su rivalidad táctica al escenario europeo de clubes. Se trata de un choque entre dos técnicos obsesionados con los detalles, la presión alta y el control del juego.
El alemán apuesta por un fútbol vertical, de transiciones rápidas, con presencia constante en el área y una lluvia de centros y disparos. El asturiano, en cambio, defiende la tenencia, el control posicional y la creatividad por bandas. Dos ideas distintas que prometen un espectáculo de alto nivel.
Ambos equipos llegan con bajas sensibles: el Barça no podrá contar con Joan García, Gavi, Fermín ni Raphinha, mientras que el PSG llega sin Marquinhos, Kvaratskhelia, Doué ni el recién Balón de Oro, Ousmane Dembélé.

En la medular se espera un duelo de alto voltaje entre Pedri y Vitinha, dos de los jóvenes organizadores más destacados del panorama internacional. El canario, que vivió desde dentro la dolorosa eliminación ante el PSG en 2024 durante la era Xavi Hernández, buscará tener su revancha. Vitinha, por su parte, será el motor parisino para presionar y romper líneas.
En un partido tan exigente, la concentración será vital. La lucha por la posesión será clave, pero también lo serán los detalles: una pérdida, una jugada a balón parado o una distracción pueden cambiarlo todo.
El Barça sabe que no hay margen de error contra el vigente campeón del torneo, y la afición lo sabe: hoy, en Montjuïc, se juega mucho más que tres puntos.
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