La pretemporada del Barça no solo traerá caras nuevas del mercado, sino también la ilusión de los más jóvenes. Hansi Flick se apoyará con La Masia.
Una pretemporada que huele a futuro
Mientras Nico Williams acapara titulares como posible refuerzo del primer equipo, el técnico azulgrana, Hansi Flick, no quiere descuidar el mayor activo del club: su cantera. Según confirmó Deco, ocho jugadores formados en La Masia se sumarán a la pretemporada que arranca el 18 de julio. Una decisión estratégica que demuestra que el futuro del Barça solo va a mejor.
Fortaleza defensiva con sello propio
Entre los nombres propios, destaca Landry Farré, un central de físico imponente y versatilidad defensiva que recuerda a Koundé. Le acompaña Jofre Torrents, lateral zurdo con proyección ofensiva y una zurda precisa. Ambos representan la solidez atrás, pero el verdadero arsenal está en la medular y la delantera.
El motor del mediocampo
Ibrahim Diarra es potencia y desequilibrio en estado puro. Llegado desde Mali, ya ha sorprendido por su capacidad de llegar al área con facilidad. Otro perfil interesante es Guille Fernández, interior con carácter competitivo y despliegue físico que muchos comparan con Fabián Ruiz. Su hermano, Toni Fernández, aporta creatividad, regate y visión desde la mediapunta.
Talento, magia y desborde arriba
En esa misma zona se mueve Dro, el gallego con clase natural, cuyo estilo recuerda a Pedri por su talento para asistir y definir. Junto a él aparece Juan Hernández, un todocampista versátil con alma de revulsivo y gran capacidad de desborde. Y cerrando la lista está Jan Virgili, extremo con velocidad, profundidad y un regate eléctrico que puede ser clave ante defensas cerradas.
Cogiendo ejemplo de Fermín y Bernal
Todos ellos sueñan con seguir los pasos de otros canteranos como Fermín López o Marc Bernal, que aprovecharon la pretemporada para hacerse un hueco entre los grandes. Flick lo sabe: apostar por el talento joven es una inversión a largo plazo, no solo una solución puntual.
La revolución empieza en casa
Más allá de los focos del mercado, la verdadera revolución del Barça puede estar ya en casa. Y esta vez, los nombres no vienen de fuera, sino de dentro.
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