El joven crack azulgrana sufrió una recaída en el pubis tras el duelo ante el PSG y no estará frente al Sevilla ni irá con la selección española.
Lamine Yamal, la gran joya de La Masia, se resintió de las molestias en el pubis que ya lo habían apartado de los terrenos de juego en septiembre y deberá parar nuevamente entre dos y tres semanas. La recaída, producida tras disputar los 90 minutos frente al PSG en Champions League, compromete su participación en el Clásico contra el Real Madrid del próximo 26 de octubre en el Santiago Bernabéu.
En un comunicado oficial, el club informó:
“Las molestias en el pubis que arrastra el jugador Lamine Yamal han reaparecido tras el partido contra el PSG. Es baja frente al Sevilla y el tiempo estimado de recuperación es de 2-3 semanas”.
El joven delantero de 18 años ya había sufrido este problema físico en septiembre, cuando se lesionó durante la concentración con la selección española. Su participación en los dos partidos de clasificación para el Mundial 2026 molestó a Hansi Flick, que criticó la gestión de los minutos por parte de Luis de la Fuente.
Aquella dolencia lo dejó fuera durante cuatro partidos: ante Valencia, Getafe y Oviedo en LaLiga y en el debut europeo frente al Newcastle. Reapareció el pasado fin de semana ante la Real Sociedad, donde fue clave con una asistencia a Robert Lewandowski, y repitió titularidad contra el PSG, donde completó todo el encuentro. Sin embargo, el esfuerzo pasó factura.
Pese a los contratiempos físicos, Lamine Yamal sigue siendo uno de los futbolistas más determinantes del Barça en este arranque de temporada. En cinco partidos oficiales acumula dos goles y tres asistencias, con actuaciones que han demostrado su capacidad para cambiar el rumbo de los encuentros.
¿Llegará al Clásico?
Tras el parón, el Barça afronta un calendario exigente: recibirá al Girona y al Olympiacos antes de visitar al Real Madrid. Todo apunta a que Flick y el cuerpo médico culé dosificarán al joven crack con el objetivo de que llegue en condiciones al primer Clásico de la temporada.
Por ahora, el mensaje desde el club es de prudencia. Nadie quiere arriesgar con una lesión que, de no manejarse con cuidado, podría convertirse en un problema crónico. Lo que está claro es que, sin Lamine, el Barça pierde uno de sus mayores desequilibrantes en ataque.
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