El esperado enfrentamiento entre el FC Barcelona y el Paris Saint-Germain llega condicionado por una larga lista de bajas en ambos equipos

El fútbol europeo vuelve a mirar a Barcelona. Este 1 de octubre de 2025, el Estadi Olímpic Lluís Companys acoge un clásico moderno de la Champions League: el Barça-PSG. Sin embargo, lo que debía ser un duelo vibrante entre dos aspirantes al título ha quedado empañado por un factor que cada vez pesa más en el calendario futbolístico: las lesiones. Tanto Hansi Flick como Luis Enrique afrontan el partido con la enfermería repleta, lo que condiciona la previa y las expectativas.
El historial reciente entre Barça y PSG habla por sí solo. En sus 12 enfrentamientos oficiales desde 1997, los azulgranas suman 5 victorias, 3 empates y 4 derrotas. Partidos memorables, remontadas imposibles y eliminaciones dolorosas han marcado esta rivalidad, que se ha convertido en una de las más seguidas del continente. Sin embargo, como reconocía Luis Enrique en la previa, esta edición llega “descafeinada”, con hasta cinco o seis titulares ausentes en cada lado.
El Barça, sin media columna vertebral
El conjunto de Hansi Flick llega como líder de LaLiga, invicto tras siete jornadas, pero con bajas sensibles. La más notable es la de Raphinha, lesionado en la última jornada de Liga ante la Real Sociedad. Tampoco estarán Gavi, Fermín López, Ter Stegen, Alejandro Balde ni el recién fichado Joan García, lo sustituira Szczęsny.

Flick trató de restar dramatismo en rueda de prensa: “Es un golpe, pero encontramos soluciones”. La profundidad de plantilla será la gran baza culé, que cuenta con grandes nombres para sacar un tremendo equipazo.
El PSG, con la enfermería a rebosar
En el otro banquillo, Luis Enrique tampoco sonríe. El técnico asturiano se enfrenta a un auténtico Tetris. El golpe más duro es la lesión de Ousmane Dembélé, que con 23 goles en lo que va de año era el gran referente ofensivo. A él se suman ausencias de peso como Marquinhos, Désiré Doué o João Neves, además de las dudas de Vitinha y Kvaratskhelia.
Aun así, el PSG llega en buena forma tras golear 4-0 a la Atalanta y liderar con autoridad la Ligue 1. Luis Enrique intentó mandar un mensaje de calma: “No estoy preocupado; tenemos profundidad y jugadores del filial listos”.
Expectativas de un partido condicionado
El duelo, declarado de alto riesgo por las autoridades, mantiene su atractivo pese a las bajas. El Barça busca reafirmar su crecimiento bajo Flick y lograr una victoria que refuerce su moral europea. El PSG, vigente campeón, quiere demostrar que incluso con media plantilla tocada sigue siendo candidato al título.
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