El Barça brilló en París: Aitana y Lamine lideraron una gala con dominio culé, presente arrollador y futuro prometedor.
El futuro empieza en La Masia: Trofeo Kopa
La noche abrió con la entrega del Trofeo Kopa, y el protagonismo fue total para el Barça. Lamine Yamal, fue elegido por segundo año consecutivo mejor jugador joven del mundo tras un año mágico en el que combinó descaro, goles y madurez impropia de su edad. Pau Cubarsí, también nominado quedó en séptimo lugar.
Minutos después, fue Vicky López quien subió al escenario para recoger el galardón en la categoría femenina. Dos canteranos, dos joyas de La Masia, que simbolizan la apuesta culé por el talento de casa.
El legado de Cruyff, presente en la gala
La ceremonia continuó con el Trofeo Johann Cruyff, un galardón que lleva el nombre de quien cambió para siempre la historia del Barça y del fútbol. El reconocimiento al mejor entrenador fue para Luis Enrique, hoy en el PSG pero con pasado azulgrana que nadie olvida, y para Sarina Weigman, la técnica que ha llevado a Inglaterra a la élite. Flick, a pesar de no haber ganado, si fue nominado y estuvo presente en la gala.
Gigantes bajo palos: Trofeo Yashin
El turno fue entonces para los porteros. El Trofeo Yashin premió a Hannah Hampton, muro de la selección inglesa y del Chelsea, y a Gianluigi Donnarumma, el flamante nuevo fichaje del Manchester City y pieza clave en el PSG campeón del triplete. Dos guardametas que recordaron que las paradas valen tanto como los goles en una gala habitualmente centrada en los delanteros.
Junto al trofeo también se rindió homenaje a Diogo Jota y a su hermano André Silva, ambos fallecidos el pasado mes de julio en un accidente de tráfico que paralizó el mundo del fútbol durante semanas.

Los «killers» europeos: Trofeo Müller
El Trofeo Müller reconoció a los artilleros del año: Ewa Pajor, imparable en su primera temporada como culé, ganó el galardón en categoría femenina tras sumar 43 goles además de 14 asistencias y conquistar Liga, Copa y Supercopa con el club.
Por otro lado, Viktor Gyökeres, reciente fichaje del Arsenal, ganó el galardón en categoría masculina tras su gran temporada en el Sporting de Portugal donde marcó 63 goles.
Compromiso más allá del campo: Trofeo Sócrates
El fútbol también habló de solidaridad. El Trofeo Sócrates fue entregado a la Fundación Xana, un premio que recordó que el fútbol también puede transformar vidas fuera de los estadios. Fue uno de los momentos más emotivos de la noche, con ovación desde el patio de butacas.
La gloria colectiva: mejores clubes del año
La gala continuó con los galardones colectivos. En el fútbol femenino, el Arsenal fue coronado mejor club del año tras su gran temporada europea. En el masculino, el premio recayó en el PSG, que recogió así el fruto de su dominio en la Ligue 1 y en la Champions League.
El gran momento: los Balones de Oro
La expectación creció hasta que llegó el turno de los galardones principales.
En la categoría femenina, el Barça arrasó. Aitana Bonmatí levantó su tercer Balón de Oro consecutivo, una hazaña reservada solo para las leyendas. A su lado, Mariona Caldentey, ex-azulgrana se quedó con el segundo puesto, mientras que Alexia cerró el Top-4. Patri Guijarro, Ewa Pajor, Claudia Pina y Graham Hansen también figuraron en el Top-30.
En la categoría masculina, el vencedor fue Ousmane Dembélé, hoy estrella del PSG, que superó por poco a un nombre que ya es símbolo de presente y futuro del Barça: Lamine Yamal. El joven delantero, segundo en la votación, marcó un hito al convertirse en el futbolista más joven en alcanzar esa posición en la historia del premio. Y no estuvo solo: Raphinha también se coló en el quinto lugar, Pedri en el undécimo y Lewandowski en el décimo-séptimo, confirmando la influencia barcelonista en el top mundial.

Dembélé, a pesar de no estar en el club, tuvo tiempo de acordarse del Barça, agradeciendo todo lo que el club hizo por él:
«Cumplí mis sueños con el Barcelona y pude jugar al lado de Messi e Iniesta. Fue todo un aprendizaje».
Un gesto que demuestra que, Dembélé, a pesar de sus actitudes tras su salida del club, no es solo un gran futbolista, sino también, una gran persona.
Balance azulgrana
Cuando las luces del Théâtre du Châtelet se apagaron y los protagonistas abandonaron la sala, quedó clara una cosa: el Barça fue el gran triunfador de la gala. Con Aitana Bonmatí reinando en el fútbol femenino, con Lamine Yamal y Vicky López como símbolos del futuro, y con nombres como Pedri, Patri o Raphinha entre los mejores del planeta, la institución culé salió reforzada.
No hubo Balón de Oro masculino en propiedad para el Barça, pero sí un retrato claro de lo que viene: el presente es exitoso y el futuro es prometedor. París se rindió al Barça, y el mundo del fútbol tomó nota.
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