Raphinha, desde los once metros, y Lamine Yamal firmaron el triunfo en La Cerámica para terminar el año como líderes
El FC Barcelona despedió el año 2025 con una victoria de peso en La Cerámica. El conjunto de Hansi Flick se impuso al Villarreal (0-2) en un duelo exigente, trabajado y muy bien gestionado, que permite a los azulgrana consolidarse en lo más alto de la tabla y ampliar su ventaja respecto al Real Madrid. Sin Pedri, baja por precaución, el Barça respondió con carácter, orden y una nueva demostración de liderazgo colectivo.
Personalidad sin Pedri
La gran incógnita antes del encuentro era comprobar cómo respondería el equipo sin uno de sus futbolistas más determinantes. El Barça lo hizo desde la personalidad y el control del juego, con un Raphinha omnipresente que volvió a marcar diferencias. El brasileño fue el principal agitador del ataque y acabó siendo decisivo desde el punto de penalti tras una acción individual que provocó la falta de Comesaña dentro del área.
El gol dio calma a un Barça que supo manejar los tiempos ante un Villarreal intenso, siempre peligroso en transición. Aun así, los de Flick no renunciaron a atacar y rozaron el segundo tanto antes del descanso con un potente disparo del propio Raphinha que se estrelló en el larguero.
La roja que cambió el partido
El momento clave del encuentro llegó al filo del descanso. Renato Veiga vio la tarjeta roja directa tras una durísima entrada sobre Lamine Yamal, lanzado en velocidad. La acción dejó al Villarreal con diez hombres y al Barça con el partido claramente encarrilado, aunque todavía quedaba trabajo por hacer.
En la segunda parte, el Barcelona monopolizó la posesión y cocinó el partido a fuego lento. Con Eric Garcia y Frenkie de Jong dando equilibrio y Joan Garcia muy seguro bajo palos, los azulgrana evitaron cualquier atisbo de reacción local.
Lamine pone la sentencia
El premio definitivo llegó mediado el segundo tiempo. Tras un lío en el área, el balón volvió a caer en botas de Lamine Yamal, que definió con un sutil punterazo para firmar el 0-2. Un gol que cerró el encuentro y confirmó el excelente momento del joven talento azulgrana, protagonista pese a la dureza recibida.
El Barça gestionó con madurez los minutos finales y selló una victoria tan valiosa como simbólica. Golpe de líder, tres puntos más y un mensaje claro para cerrar el año: este equipo sabe competir, también en los escenarios más exigentes, y llega a 2026 con una inercia claramente ganadora.
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