Flick no da con la dupla que recupere la solidez que ofrecían Iñigo Martínez y un Cubarsí que hoy es el único fijo
El nuevo Barça de Flick sufre para reconstruir una defensa sólida alrededor de Cubarsí.
La derrota por 4-1 ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, una de las más amplias de los últimos años, podría servir al Barcelona para entender en qué punto real está el proyecto de Hansi Flick. El equipo tiene una idea clara: propone, presiona alto y busca dominar desde el inicio del partido. Pero cuando el rival decide jugarle de tú a tú y llevarle el encuentro a su campo, los azulgranas evidencian un problema persistente desde el curso pasado: la falta de solidez defensiva. En el centro de esa cuestión está Pau Cubarsí.
El joven central catalán, ya consolidado como pieza indiscutible en la zaga, aún no encuentra un socio fijo que potencie su juego. La temporada pasada, su entendimiento con Iñigo Martínez dio al Barça una defensa adelantada, sincronizada y rápida, capaz de dejar a los delanteros rivales constantemente en fuera de juego. Sin embargo, la salida de Iñigo rumbo a Arabia Saudí dejó un vacío que Flick no ha sabido llenar.
Ronald Araújo, Andreas Christensen y Eric García se reparten minutos sin terminar de convencer. Curiosamente, los tres estuvieron cerca de salir en el último mercado, y el club no incorporó ningún refuerzo para el eje central. De los diez partidos que el Barça ha jugado entre Liga y Champions, Flick solo ha alineado a Araújo junto a Cubarsí en cinco ocasiones, una dupla en la que parece confiar algo más. En el resto, la rotación ha sido la norma.
El resultado es un equipo que, cuando no impone su presión o mantiene el bloque alto, sufre más de la cuenta. El reto de Flick pasa ahora por encontrar equilibrio atrás y, sobre todo, al acompañante ideal para Pau, el joven que ya juega como un veterano, pero que necesita a su lado una figura que le dé estabilidad a una defensa aún en construcción.
