El central danés vuelve a demostrar un gran nivel, liderando la defensa del FC Barcelona, aportando al equipo incluso con gol
El amistoso de ayer ante el FC Seoul dejó varias conclusiones: el Barcelona de Flick sigue siendo una máquina de hacer goles, el equipo, a pesar de mantener una cifra alta de goles, encaja con cierta facilidad y que los jugadores en Can Barça, al menos desde que está el alemán al frente del equipo, prácticamente siempre vuelven mucho mejor de como estaban antes de la lesión.
Andreas Christensen brilló ayer no solo por su golazo desde la frontal del área, sino también por la solidez que aportó a la defensa blaugrana durante la segunda parte del debut del Barça en Corea.
Reaparición
Después de una dura temporada en la que el central danés solo pudo disputar 6 partidos con el FC Barcelona -5 de liga y 1 de Champions- fruto de su lesiones en el talón de Aquiles y en el sóleo de su pierna derecha, ha regresado ejerciendo de líder en la línea defensiva que saltó al campo en la segunda parte del amistoso y ayudando al equipo con un tanto.
Líder
Cada año, Christensen se reafirma como uno de los mejores fichajes recientes del club catalán. Además, en una defensa liderada por Íñigo Martínez y Cubarsí, el danés emerge como otra opción sólida y fiable para complementarles. Es más, ha disputado algún partido como pivote, otra faceta que puede cumplir a las mil maravillas el ex del Chelsea, siendo esta otra alternativa para Hansi Flick.
Mantuvo las directrices marcadas por el alemán, una defensa alta, atenta a los repliegues y permutas, siendo atrevido en salida de balón sobrepasando líneas de presión rival ya sea con pases filtrados o conducciones de pelota -en menor medida- y apoyando en el ataque como si de un mediocentro más se tratase.
Si alguno dudaba o pensaba en un futuro sin el defensa, Andreas dijo presente, tumbando la puerta del estratega alemán y lanzando un aviso claro de que quiere sumar en este club. Hay Christensen para rato.
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