Partiendo desde el banquillo, el extremo inglés fue clave en la victoria del Barça ante el Eintracht de Frankfurt.
El sufrido triunfo del Barça ayer frente al Eintracht en el Spotify Camp Nou tuvo varias lecturas. Desde la falta de respuesta inicial de Hansi Flick a la encerrona alemana hasta la realidad de que ningún partido de Champions se puede dar por fácil, mucho menos por ganado. Pero si algo quedo claro, y no precisamente por ser la primera vez que ocurre esta temporada, es que la llegada de Marcus Rashford al Barça ha sido todo un acierto.
Anoche, en un escenario muy complicado, el delantero inglés arrancó la enésima remontada culé bajo las órdenes de Flick. Ante la inoperancia del Barça en la primera mitad, el técnico germano decidió buscar soluciones en el banquillo. Y tal y como se había puesto el partido, la presencia de Rashford era más que necesaria. La conocida habilidad del de Mánchester para el balón parado y los centros acabó siendo determinante, y gracias a un excelente servicio desde la banda izquierda, Jules Koundé remató para empatar el encuentro al inicio de la segunda mitad.
Cesión de ensueño
Tras el frustrado fichaje de Nico Williams, el Barça debía incorporar sí o sí a un extremo izquierdo este verano. La opción Rashford, tanto por motivos económicos como deportivos, fue una oportunidad de oro para el club, y la apuesta ha salido más que bien. Y es que pese a las voces contrarias a su incorporación, que alegaban que no era jugador para el Barça, el inglés solo ha demostrado profesionalidad y buenas actuaciones desde su llegada.
Con 6 goles y 9 asistencias (cerca de su récord personal en este ámbito), el extremo ha acabado por ser de cuantiosa importancia para Flick. Las lesiones arriba del Barça han provocado que Rashford haya sido titular en la mayoría de partidos, teniendo un foco mucho más grande de que se pensaba. Más allá de su poca participación en defensa, que también ha ido corrigiendo con el paso de las semanas, el inglés siempre ha aportado en ataque. Tanto por su arrancada, buenas combinaciones y facultad para desatascar situaciones como las de ayer.
Vista la situación, el debate sobre la posibilidad de ejercer la opción de compra está sobre la mesa. En los últimos días varios medios se han hecho eco de la indecisión del Barça respecto al tema, pese al rendimiento de Rashford. El club sabe que de querer firmar al jugador deberá pagar 30 millones de euros al Manchester United, en una operación que cerraría momentáneamente el debate en el extremo izquierdo azulgrana.
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