El FC Barcelona se despide del Estadi Olímpic Lluís Companys tras dos temporadas de exilio y ya planea su regreso al Spotify Camp Nou.
Con el duelo ante el Villarreal como telón de fondo, el Barça cierra su paso por Montjuïc tras dos temporadas marcadas por la provisionalidad y la adaptación. El estadio, elegido como sede temporal durante las obras del Camp Nou, ha terminado ofreciendo un rendimiento deportivo notable y una respuesta aceptable en cuanto a asistencia, especialmente en la segunda temporada, donde los resultados han acompañado. Pese a las incomodidades y dificultades de acceso por el cambio de butacas o el encarecimiento de entradas y servicios, el club ha logrado conectar con gran parte de su afición.
Joan Laporta: “Montjuïc ha salido mejor de lo que esperábamos. Los culers que han subido se lo merecen todo. El barcelonismo ha respondido”.
El alquiler del Olímpic ha supuesto más de 20 millones de euros para el Barça, que además invirtió en acondicionar unas instalaciones que estaban lejos de estar listas. Aun así, Barcelona de Serveis Municipals (BSM) ha salido beneficiada: rentabilidad récord gracias al uso turístico del recinto y a una modernización costeada por el club. Laporta ha lamentado los múltiples sobrecostes no pactados inicialmente, y la falta de facilidades que tuvieron desde entrenamientos restringidos hasta goteras en los espacios de trabajo.

El regreso al Spotify Camp Nou está previsto para el próximo curso, aunque será gradual. “En diciembre estará el 90% construido”, asegura el presidente culer. El club pedirá comenzar la Liga fuera para rematar las obras, y el Joan Gamper de agosto podría servir como test. Durante la temporada se mantendrá el sistema rotativo de abonos usado en Montjuïc, ya que no todos los asientos estarán disponibles. Laporta promete buscar fórmulas para premiar a los socios que apoyaron al equipo durante el traslado y asegura que el futuro estadio será más justo, moderno y rentable.
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