El conjunto de Flick firma otra remontada mágica (4-3) y envía un mensaje rotundo: el Barça quiere esta liga.
Mbappé marca territorio con un doblete demoledor y deja helado a Montjuïc
El Clásico arrancó con un puñetazo en la mesa del Real Madrid, liderado por un Kylian Mbappé desatado. En apenas quince minutos, el francés ya había colocado el 0-2 en el marcador. El primer gol llegó tras un más que protestado penalti que Hernández Hernández no consideró sancionable. Con un Barça que no encontraba su juego, el delantero francés aprovechó un error en la salida culé para firmar su doblete batiendo a Szczęsny. En un abrir y cerrar de ojos, el Barça se veía dos goles abajo. Montjuïc enmudecía y el Madrid olía sangre.
Eric, Lamine y Raphinha: reacción de orgullo antes del descanso
Pero este Barça de Flick no se descompone sino al contrario, responde. Un Eric García en estado de gracia lideró al Barça con un gol clave en el 19’. El lateral remató en el área pequeña un balón peinado por Ferran e hizo creer en la remontada a los más de 50.000 espectadores presentes. El 1-2 devolvía vida y alma al equipo.
A partir de ahí, el Barça apretó, con presión alta, circulación rápida y mucha personalidad. En el 32’, llegó el empate: Lamine Yamal, tras una nueva asistencia de Ferran, se sacó un zurdazo que pilló a contrapié a Courtois y heló al Madrid. 2-2 y nuevo Clásico en juego. Tan solo dos minutos después, el estallido. Pedri recuperó y filtró un balón en profundidad buscando la carrera de Raphinha, que recogió el balón y con un disparo cruzado clavó el balón pegado al palo imposible para Courtois. De 0-2 a 3-2 en menos de media hora. La grada temblaba.
Pero el mazazo final aún no habría llegado. Otra vez apareció Raphinha. Recuperó el balón tras una mala salida del Madrid, conectó con Ferran. El de Foios se la devolvió al brasileño, que remató a placer delante de un Courtois que nada pudo hacer para evitar el cuarto gol.
Calma relativa tras el descanso
La segunda mitad empezó con posesión culé, pero el Madrid intimidaba con algunos acercamientos a la portería azulgrana. A pesar de las ofensivas merengues, Lamine anotó el 5-3, pero el gol fue anulado por un fuera de juego claro de Raphinha. El Barça no bajó los brazos y continuó buscando el gol.
El Madrid, por su parte, tampoco se rindió. En el 70’, Mbappé completó su hat-trick tras una asistencia de Vinícius, poniendo el 4-3 en el marcador y metiendo presión al Barça en los minutos finales. El Barça volvió a poner calma al partido, hasta que en el minuto 82, Ferran Torres remató un balón dentro del área que paró Tchouaméni con el brazo. Hernández Hernández fue a revisar la acción, muy protestada por todo Montjuïc, pero, de nuevo, la decisión arbitral fue favorable a los blancos. No hay penalti.
El Barça resiste y se lleva una victoria crucial
En los últimos minutos, el Real Madrid buscó el empate con insistencia y el partido se rompió. El debutante Víctor Muñoz pudo haber empatado el partido en una contra eléctrica de los de Ancelotti, pero su tiro se marchó desviado.
El Madrid tuvo una última oportunidad en el tiempo añadido, cuando Tchouaméni marcó un gol que fue anulado por fuera de juego, muy claro, de Mbappé.
Fermín puso, de nuevo, el 5-3 en el marcador en el 95′, pero, esta vez, tras consultar la acción en el VAR, Hernández Hernández sí vio mano del jugador andaluz y anuló el gol.
La sexta tendrá que esperar, pero la vigesimoctava no tanto
A pesar del gol anulado, Montjuïc ya era una fiesta, y cuando el árbitro señaló el final del partido, aún más. El partido de hoy no fue solo un Clásico. Fue una declaración de intenciones. El Barça se sacudió los fantasmas, remontó y demostró que es un equipo con alma, fútbol y mentalidad de campeón.
La Liga no está cerrada, pero esta victoria puede valer más que tres puntos. Porque hay victorias que definen temporadas. Y esta, sin duda, es una de ellas.
De esta forma, el conjunto dirigido por Flick podrá proclamarse campeón, como ya lo hizo hace dos años, en el RCDE Stadium.
Deja un comentario