Según ha podido saber SocBlaugrana, el regreso del FC Barcelona al Spotify Camp Nou podría retrasarse más de lo previsto. Aunque el objetivo inicial era reabrir el estadio durante el mes de septiembre, todo apunta a que el retorno no se producirá antes de enero de 2026. Mientras tanto, el Trofeo Joan Gamper se disputará en el Estadi Johan Cruyff y los primeros compromisos oficiales de LaLiga EA SPORTS como local tendrían lugar, una vez más, en el Estadi Olímpic Lluís Companys.
Por ahora, desde la entidad azulgrana no hay confirmación oficial, pero las evidencias empiezan a ser claras. El calendario liguero ya contempla varios partidos en casa antes del mes de enero, incluido el primero contra el Valencia el 14 de septiembre, señalado por el propio club como posible fecha de regreso al Camp Nou. Sin embargo, unas recientes declaraciones de Joan Laporta han generado aún más dudas. “Hemos pedido a la UEFA que nos permita jugar el primer partido de la Champions fuera de casa”, explicó el presidente azulgrana. La petición contradice de forma directa los planes de reapertura en septiembre, ya que si el estadio está en condiciones de albergar ese partido ante el Valencia, ¿por qué no estaría disponible apenas tres días después para la Champions League?

La UEFA obliga a disputar toda la liguilla de la nueva Champions en el mismo estadio donde se inicia, lo que significa que si el Barça arranca como local, debe mantener esa sede hasta unos hipotéticos octavos o dieciseisavos en caso de no clasificarse entre los ocho primeros. Por eso, jugar el primer partido fuera sería clave para ganar tiempo. No obstante, esa solicitud ante la UEFA revela que el club aún no tiene garantías de que el Camp Nou esté listo en la fecha prometida.
El retraso pondría en riesgo ingresos clave
En paralelo, varias empresas de transporte han comenzado a retirar material acumulado en los alrededores del Camp Nou, lo que indicaría que no hay obras inmediatas programadas para el acondicionamiento final del estadio. Fuentes consultadas por SocBlaugrana señalan que este movimiento se está realizando con discreción, posiblemente para no generar alarma ante un escenario que podría tener consecuencias económicas importantes.
El retraso pondría en riesgo ingresos clave
Y es que, si el club no cumple con el regreso al estadio antes de septiembre como estaba inicialmente pactado, se vería obligado a devolver una elevada suma de dinero a los compradores de palcos VIP, un ingreso clave en la planificación presupuestaria. Este contratiempo podría afectar directamente a la inscripción de jugadores, sobre todo si coincide con el cierre del mercado estival.
El club guarda silencio, pero el escenario se complica. Si no hay una reacción rápida o un anuncio oficial en las próximas semanas, el Barça podría verse forzado a alargar su estancia en Montjuïc más de lo deseado, y con ello, alterar no solo su calendario deportivo, sino también su estabilidad financiera.
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