El entrenador germano logra su victoria número 50 con el FC Barcelona en 67 con una premisa muy marcada, tener a los jugadores en buena dinámica y bien rodados
El partido del pasado jueves ante el Real Oviedo fue más que una simple victoria. Fue una confirmación del proyecto que capitanea Hansi Flick con un revolucionado FC Barcelona, al que le ha cambiado la cara totalmente. La victoria número 50 del alemán en 67 partidos, tercer entrenador que más rápido llega a este registro.
Nueva vida
Y no es que haya sido estrictamente por la plantilla, como muchas veces se suele poner de excusa para intentar minimizar el trabajo del entrenador del Barça. El equipo, una vez lo cogió Flick, ha cogido otro tono, otra vida. Tiene más garra, más verticalidad, más orgullo y, sobre todo, más preparación.
Solo hay que ver casos como los de Pedri o de Jong. Jugadores que se daban por perdidos por sus problemas físicos y con el holandés hasta por lo futbolístico -como lo puede ser también el caso de Raphinha-. Una vez llegado el técnico, han incrementado exponencialmente sus capacidades; Pedri no ha vuelto a lesionarse muscularmente desde hace casi dos años, de Jong es un jugador totalmente nuevo, recuperando -o incluso sobrepasando– su mejor versión y de Raphinha sobra explicarlo, de bala perdida a un inexplicable top 5 en el Balón de Oro porque podría haber estado más arriba tras la grandísima campaña firmada.
Claves
Una de las principales claves de su gestión es mantener a todos los futbolistas «enchufados». De esta manera asegura que todo el equipo reme en la misma dirección y cada jugador muestre su mejor faceta gracias a la competitividad sana generada. Con minutos de calidad y manteniéndose firme en sus normas, conservando la cercanía, ha generado una comunión que convierte al Barça en el equipo temido que es hoy en día.
Todo esto ha trascendido de tal manera que el club ha conseguido transformar radicalmente la imagen que ofrecía antes al mundo. De ese equipo débil física y mentalmente a ese grupo que parece imbatible y cada obstáculo lo consigue superar con creces. Prueba de ello no son solo las 50 victorias, sino las nueve derrotas encajadas en algo más de un año, además de los 195 goles marcados y 77 recibidos, una autentica locura.
Lejos de mantenerse en esta dinámica, Flick busca siempre la excelencia y encontrar detalles a pulir. Por eso el Barça da la sensación de no tener techo, porque realmente no lo tiene. Con estos futbolistas y este entrenador, las cosas es difícil que salgan mal y así lo están demostrando. Y esto solo acaba de empezar.
¡Qué bien lo explica el enchufados! Es como el Barça que funciona, pero sin la luz, solo con velas y mucha paciencia. Han cambiado la cara, sí, pero a veces me parece que solo han cambiado la pintura y la puerta, ¡pero el desorden interior sigue igual! Hansi Flick parece el encargado de poner orden en el caos, ¡o al menos de hacer que parezca orden! Los jugadores ahora son más listos que nunca, ¡pero seguro que siguen buscando la forma de sacarse unos minutos de entrenamiento! La clave del enchufados es que nadie se olvide de hacer su parte, ¡ojo con los ladrones de minutos!baseball bros io