El joven crack volvió a brillar en Son Moix, asistió a Raphinha y cerró el triunfo con un golazo en el descuento.
El protagonismo de Lamine Yamal en el Barça sigue creciendo partido a partido. El joven extremo de Rocafonda volvió a decidir en Son Moix con una actuación determinante en la que participó en los dos primeros goles y cerró el marcador en el descuento con una de sus típicas jugadas imparables que acabó en gol. A sus 18 años recién cumplidos, el nuevo dueño del dorsal ‘10’ ha asumido responsabilidades de estrella y responde con naturalidad. El club celebra su impacto inmediato, consciente de que tiene en él a la figura que debe marcar el rumbo del equipo en los próximos años.
El encuentro ante el Mallorca confirmó su peso en el esquema de Flick. El partido se rompió muy pronto con el 0-2 y las expulsiones de Morlanes y Muriqi, pero la diferencia la marcó Lamine. Primero asistiendo a Raphinha tras un regate eléctrico y después generando la jugada que acabó en el tanto de Ferran. Con el choque controlado y en superioridad numérica, el Barça bajó el ritmo, aunque el extremo mantuvo la chispa, desbordando rivales y exigiendo constantemente el balón.
El técnico alemán valora su capacidad para desequilibrar incluso en partidos espesos. Con jugadores como Rashford, Olmo o Gavi esperando su momento, Flick sabe que Lamine ofrece algo distinto. En Son Moix quedó claro cuando, ya con todo decidido, Jan Salas se encaró con él. Lejos de descentrarse, respondió con un golazo que recordó a los grandes tantos de Messi, confirmando que además de calidad tiene carácter competitivo para decidir en los momentos calientes.
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