Pedri, el mejor centrocampista del mundo, quedó fuera del top 10 del Balón de Oro, provocando indignación y sorpresa global
El Balón de Oro ha vuelto a demostrar que, más que un reconocimiento justo al mejor futbolista del mundo, es un espectáculo mediático donde pesan más los focos que la esencia del juego. Y la prueba más sangrante es el ninguneo que ha sufrido Pedri, el mejor centrocampista del planeta, que ni siquiera entró en el top 10 y terminó en un indignante puesto número 11.
El cerebro que nunca falla
Pedri no es un jugador de highlights ni de cifras infladas. Es el que sostiene al Barça en cada partido, el que da sentido al juego, el que controla los ritmos y hace brillar a los demás. Su temporada fue impecable: Liga, Copa, Supercopa, papel fundamental con la selección… siempre titular, siempre diferencial. Si hablamos de regularidad y de impacto real en el equipo, no hay ningún jugador en el mundo que lo supere.
La injusticia del voto
Mientras tanto, sí entran en el top jugadores con menor peso en partidos grandes o inflados por campañas mediáticas. Muchos de ellos viven de momentos puntuales, de estadísticas superficiales, o simplemente del escaparate que supone vestir la camiseta de un club con mayor maquinaria publicitaria. El contraste es tan evidente que la única conclusión posible es que los votantes valoran más las estadísticas y los nombres que la esencia del fútbol.
Y viendo el resultado, parece que algunos de los periodistas que votaron ven el fútbol con la tele apagada. Lo cierto es que muchísimas personas —y no hablo solo de culés— están atónitas. Aficionados de todo el mundo e incluso futbolistas y comentaristas internacionales han mostrado incredulidad. Nadie entiende cómo Pedri no está, como mínimo, en el top 3.

Además, voces con peso dentro del fútbol también lo han dicho alto y claro. Aitana Bonmatí, tras ganar el Balón de Oro femenino, pidió que se hable más de Pedri:
“El Balón de Oro fue para Dembélé, y es un gran jugador. También estuvieron Raphinha y Lamine, que son grandes jugadores. Pero necesitamos hablar más de Pedri.”
Esta declaración no es cosa de ser culé, es el reconocimiento de alguien que vive el fútbol y sabe lo que supone lo que Pedri hace.
¿Balón de Oro o Balón de Humo?
El Balón de Oro debería premiar al mejor jugador del mundo, al futbolista más completo, al que define una temporada por su trascendencia en el campo, no al jugador que ha ganado más títulos con su club. Y bajo ese criterio, Pedri tendría que estar no solo en el top 10, sino en el podio junto a los más grandes. Que no lo esté es una falta de respeto al fútbol, el fútbol que se juega en el campo, no fuera. Pedri es el jugador que dicta cuándo se acelera, cuándo se pausa, cuándo se gana. El canario no solo es muy bueno, además hace mejores a los demás, y si él no está, el equipo lo nota.
¿Dembélé se merece el premio? La respuesta es sí, se lo merece; además de ganar la Champions y ser nombrado MVP, ha ganado Liga y Copa. Lo que no es normal es que un jugador, que ha sido constante durante toda la temporada y ha sido clave en la conquista de títulos para su club, quede en un miserable top 11 y esté superado por futbolistas que también han ganado títulos, pero no han sido constantes durante el año.

Una llamada de atención
Lo de Pedri no es un simple olvido: es un síntoma. El premio está secuestrado por el marketing y por un concepto de fútbol reducido a goles y vídeos virales. Pero sin jugadores como Pedri, sin los que piensan y hacen pensar, no hay espectáculo posible.
El puesto 11 es una bofetada a la lógica y a la justicia deportiva. Porque si Pedri no merece estar entre los tres mejores, ¿qué clase de fútbol estamos premiando?
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