El polaco, Marciniak, influyó con sus decisiones arbitrales en la eliminación del Barça y quedó señalado por la afición y el vestuario culé.
Tomasz Marciniak tuvo mucho trabajo en el partido de ayer entre el Inter de Milán y el FC Barcelona. En el encuentro hubo muchas acciones grises, en las que el colegiado decidió a favor de los italianos en la mayoría de los casos. Este colegiado es el mismo que anuló el gol de Julián Álvarez por tocar dos veces el balón en su penalti. Y el mismo que dio por nulo el gol de De Ligt, ante el Real Madrid, en la pasada edición de la Champions por un fuera de juego dudoso. Además de que, en el VAR, estaba Van Boekel, quién no pitó una mano de Dumfries contra el Barça en la Champions 2022-2023 y, previamente, anuló un gol de Pedri por una infracción similar de Ansu Fati.

Las reclamaciones del Barça
Es innegable que cuando te meten siete goles en una misma eliminatoria hay fallos por corregir. Pero también es cuánto menos curioso el historial del colegiado polaco. La primera jugada que reclaman los culés es una mano de Acerbi en el área del Inter. En esta ocasión, el central italiano golpea primero el balón con la pierna y después la golpea en el brazo. Por lo tanto, el reglamento está bien aplicado en este caso. Igual que fue muy riguroso en la decisión del penalti de Cubarsi, sobre Lautaro Martínez. El centra culé barrió al argentino, con lo que parecía una segada perfecta, pero el delantero neroazzurri estuvo muy listo y se cruzó para recibir el impacto. En este caso, Marciniak no señaló penalti, pero el VAR le corrigió.

Pero las dos acciones más discutidas son las siguientes. La primera un penalti no señalado a Lamine Yamal. El joven delantero del Barça fue derribado por Mkhitaryan por dos ocasiones. La primera fuera del área y la segunda en la zona de castigo. La interpretación, en este caso, está en si el jugador culé puede seguir o no después del primer contacto. Marciniak pitó penalti, pero, de nuevo, le corrigieron desde el VAR. Y, por último, el FC Barcelona reclama una falta sobre Gerard Martín en el empate del Inter en el minuto 93. Dumfries impacta con los tacos en el tobillo del lateral zurdo azulgrana, pero ni el colegiado ni el videoarbitraje estimaron la acción punible.
Las quejas de los culés
Jugadores como Eric García, Ronald Araujo o Íñigo Martínez dudaron del arbitraje de Marciniak. Incluso Hansi Flick contó que tuvo la sensación de que «todas las decisiones 50-50 eran a favor del Inter». Más que sensación de indignación, el partido de ayer dejó incertidumbre entre aficionados y jugadores culés. Es cierto que no hubo ninguna acción clara en contra del Barça, pero fue un encuentro de jugadas grises, en las que la mayoría fueron a favor de los italianos. Pese a todo, el FC Barcelona cayó con honores. Con un grupo de jugadores jóvenes que lucharon hasta el final y que se lo dejaron todo. Y con errores puntuales que le costaron su billete para la final de Múnich.
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