La derrota contra el Borussia Dortmund supuso el fin de una racha de 24 encuentros seguidos sin perder. Aún así, gracias a la renta del 4-0 de la ida, los azulgrana obtuvieron el billete a las semifinales de la Champions League. Sin embargo, el 3-1 sufrido pone en alerta a una plantilla del FC Barcelona que no puede permitirse más relajaciones.
No hay absolutamente nada que objetarle a un FC Barcelona que mantiene sus aspiraciones intactas en todas las competiciones e incluso puede decirse que parte como favorito en cada una de ellas. Aún así, la autocrítica de los propios jugadores cuando abandonaron el Signal Iduna Park refleja un inconformismo que el aficionado culé agradeció. Ese grado de competitividad y ambición hizo que los futbolistas no se perdonaran el hecho de haber perdido tan claramente frente al equipo de Kovac.
Tocayo y amigo de un Flick inflexible, que tomó buena nota de lo sucedido para hacerle ver a los suyos que cualquier desliz puede pagarse caro. De hecho, tras la gran ventaja cosechada en Montjuïc, pocos podían imaginar que la eliminatoria peligraba, pero el hat-trick de Guirassy despertó viejos fantasmas. Recuerdos demasiado dolorosos y repetitivos en Europa que el barcelonismo estaba viendo venir por enésima vez.
Tanto es así que, Araújo, que no cuajó su mejor actuación en Dortmund, declaró tras el choque que, en otras temporadas, probablemente los locales hubiesen logrado la remontada: «en otro momento, este encuentro se nos escapaba.» Sea como sea, el objetivo estaba cumplido y el Barça se enfrentará al Inter de Milán en las semifinales de Champions League. Pero previamente LaLiga podría quedar atada en el Lluís Companys, a partir del próximo sábado, siempre y cuando el Real Madrid no haga sus deberes.

El Celta de Vigo será el primer rival en visitar la Ciudad Condal; un adversario que pelea por terminar dentro de las posiciones europeas, acumula 9 jornadas invicto y sacó un 2-2 de Balaídos. Por ello, es poco probable que Hansi realice demasiados cambios en el once de gala, al que Pedri e Iñigo Martínez regresarán tras haber sido suplentes contra el Borussia Dortmund. Otro que también inició desde el banquillo fue Dani Olmo, después de superar su lesión y el egarense se disputará con Fermín y Gavi ese puesto de mediapunta por detrás del tridente innegociable.
Una tripleta que no ha visto puerta en los dos últimos duelos, en los que el FC Barcelona solo ha sido capaz de anotar gracias a los tantos en propia puerta de Bensebaini y Jorge Sáenz. En cuanto a Raphinha como Lamine Yamal y, por supuesto, el pichichi del campeonato doméstico, Robert Lewandowski, buscarán reencontrarse con el gol, después de no hacerlo desde el 30 de marzo frente al Girona, por parte del polaco. Es decir, cinco citas seguidas de sequía donde ya toca volver a mojar.
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