top of page

Real Madrid - Barça: Brizuela contra todos

Los blancos se llevaron la victoria en el primer Clásico liguero y el segundo de la temporada. Después de vencer a los blaugrana en las semifinales de la Supercopa de España, los madridistas volvieron a superar al equipo de Roger Grimau (86-79). El base vasco del FC Barcelona fue el mejor de los suyos, pero no encontró el apoyo de jugadores clave como Willy Hernangómez, Laprovittola, etc.

El Real Madrid afrontaba el partido con las dos bajas muy importantes de Walter Tavares y Deck. Chus Mateo sorprendía apostando por el joven de 16 años, Ismaila Diagne, en el quinteto titular junto a Campazzo, Abalde, Musa y Yabusele. Grimau, por su parte, inició con Satoransky, Laprovittola, Kalinic, Parker y Vesely.


No comenzó bien el 'Clásico' para los azulgrana; la eficacia anotadora de los locales y sus rebotes defensivos, seguidos de transiciones rápidas, hacían que los culés se encontraran con un 11-2 adverso. Tanto Kalinic como Vesely se precipitaban y no tenían suerte en los tiros de 3. Campazzo era el cerebro de los merengues y sumaba 7 puntos rápidamente.


Por otro lado, Jabari Parker impedía que los merengues ampliaran la diferencia en el marcador y sostenía a los suyos. El juego interior era dominado por el Real Madrid, de la mano de Poirier y Diagne. Sin embargo, los relevos provocaron que, antes de concluir el primer cuarto, el FC Barcelona lograra un parcial de 7-0 para quedarse a tan sólo un punto (14-13).


Brizuela ya dejó su sello en el primer cuarto y el español sustituía a un Laprovittola desacertado. El base se echaba el equipo a la espalda al empezar el segundo cuarto, al igual que Vincent Poirier en el Madrid. El pívot francés superaba a Willy Hernangómez en la pintura. Aún así, el duelo continuaba parejo (25-26), cinco minutos antes del descanso.


Los madridistas fallaban desde el exterior y el Barça se ponía por delante con un Brizuela sensacional, aunque el equipo acumulaba demasiadas pérdidas de balón. Una de las canastas del choque la protagonizó un Nnaji que mejoró las prestaciones de Willy Hernangómez. Los de Chus Mateo se marchaban al vestuario por encima, aunque con un resultado ajustado (37-33).

La segunda mitad arrancó con robos, contraataques, ritmo, pero con muchas imprecisiones y malas decisiones de tiro por parte de ambos; la renta se mantenía nivelada (42-36). Aunque una antideportiva de Satoransky y la dupla Campazzo - Poirier obligaban a Grimau a pedir tiempo muerto (46-36). El técnico azulgrana tenía que detener el parcial de 13-3 en contra.


Laprovittola seguía frustrado, al igual que el resto de la plantilla; los culés estaban en 1/7 en tiros de campo en el tercer cuarto. Además, no había manera de secar al encargado de hacer olvidar a Walter Tavares: Poirier. Con todo ello, el Barça sólo era capaz de sumar desde el tiro libre, y con eso no bastaba (54-44). El FC Barcelona estaba obligado a remontar en el último período una distancia difícil, pero salvable (59-50).


Chus Mateo le daba las llaves del Real Madrid a Sergio Llull y el menorquín respondía. Sin embargo, Nico Laprovittola no quería ser menos y tiraba del equipo azulgrana (64-58). La falta de acierto desde el triple hizo que los locales volvieran a poner tierra de por medio (70-58) y que Roger Grimau pidiera tiempo muerto.


Brizuela continuaba sumando puntos con sus penetraciones y los azulgranas no arrojaban la toalla (72-64). Dos genialidades de Campazzo y Musa volvían a darle aire a los madridistas. Satoransky enfureció y, después de protagonizar el mate del partido, recibía una técnica por encararse con Poirier tras su gran acción (78-66).

La fiesta del pívot francés del Real Madrid continuaba y el WiZink Center veía como los suyos se escapaban en el electrónico (82-66), a falta de 2 minutos y medio. El Barça peleó y maquilló el resultado, pero ya era tarde y la victoria se escapaba (86-79).


Entradas Recientes

Ver todo

Comments


CONTENIDO PROMOCIONADO

ENTRADAS RELACIONADAS

bottom of page