Las claves del histórico inicio de Hansi Flick
Flick ha cambiado la cara al Barça, que es el líder de LaLiga con un pleno de victorias y 17 goles a favor.
El Barça venció al Girona en Montilivi con otro recital del equipo de Hansi Flick (1-4) y logra sumar cinco victorias en los cinco primeros partidos del curso. Un hecho que sólo había pasado cuatro veces en este siglo, y con cuatro entrenadores distintos: Pep Guardiola, Tito Vilanova, el 'Tata' Martino y Ernesto Valverde.
Sólo se perdió la liga en la temporada del argentino, donde el Atlético de Madrid alzó el título en un final polémico. ¿Pero cómo ha logrado Flick cambiar tanto la imagen del equipo en tan pocos partidos y con solo las incorporaciones de Dani Olmo y Pau Víctor?
Una presión asfixiante
Flick renovó una parte del cuerpo técnico para potenciar el físico de los futbolistas y la mejora se está notando. El equipo tiene más piernas y es capaz de someter a los rivales a una feroz presión que comporta más balones recuperados en el campo contrario. Así llegó ayer el primer gol del encuentro. Lamine Yamal saltó sobre David López, le robó el esférico y puso rumbo hacia portería para batir a Gazzaniga. Así lo describió Míchel, entrenador del Girona, al finalizar el partido:
"El plan de partido no ha salido bien. No hemos sido capaces de superar esa primera presión y el Barça se ha sentido cómodo".
Sacar el máximo rendimiento de cada uno
Otro punto positivo del nuevo técnico es que sabe exprimir el potencial de sus futbolistas. Uno de los mejores ejemplos es Raphinia, un extremo que no terminaba de explotar y que está firmando un maravilloso arranque de temporada gracias al nuevo ecosistema azulgrana. También ha recuperado a Robert Lewandowski, que parecía en decadencia y ya vuelve a gobernar la tabla de goleadores de la Liga. O Pedri, que tras una cadena de lesiones, está recuperando el tono que le hace diferencial e imprescindible.
Control y verticalidad, la mejor receta
Mientras el año pasado se debatía sobre si el equipo debía priorizar tener el balón o ser más verticales para marcar más goles, Flick ha logrado mezclar los dos ingredientes. El equipo tiene el balón en campo rival, juega rápido por medio y se crean muchas más ocasiones. Prueba de ello son los 17 goles a favor en cinco jornadas, un registro que no se cosechaba desde 1959 en Barcelona.
El debut en la Champions League contra el Mónaco será el próximo reto para los hombres de Flick, que competirán con la baja de Olmo.
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