La doble vara de medir con el FC Barcelona y el Real Madrid
Nuevos escándalos en la Jornada 7 de LaLiga con el distinto criterio arbitral respecto al FC Barcelona y Real Madrid.
Tanto los blancos como los blaugrana se llevaron los 3 puntos en sus respectivos partidos, pero el arbitraje sibilino en el Bernabéu tuvo un gran protagonismo que decantó la balanza para los de Ancelotti. Mientras que en Montjuïc, el colegiado desquició, pero no pudo evitar la victoria de los de Hansi Flick.
Parece el día de la marmota con esta historia, pero realmente es casi un copiar y pegar para los periodistas. Supone un alivio para nosotros tener la crónica guionizada antes del inicio de la jornada. Y es que el martes volvió a suceder, pero esta vez con Muñiz Ruiz como protagonista. Aunque el papel estuvo disputado entre él y Vinícius Júnior.
Árbitros que quieren acaparar la atención de los demás y futbolistas como el brasileño que también quieren hacerlo. Pues la combinación de ambos supone una bomba para el partido. Ni Muñiz Ruiz ni el linier supieron pararle los pies a un Vinicius que se volvió a salir con la suya. El extremo del Real Madrid tuvo barra libre ante un árbitro que hizo la vista gorda pero que por supuesto, volvió a quedar señalado.
Quién también tuvo libertad para repartir entradas a diestro y siniestro fue el equipo de Bordalás. Un Getafe que se plantó en el Estadi Lluís Companys con el principal objetivo de sacar de sus casillas a los futbolistas culés. González Fuertes dejó pasar por alto las 15 faltas de los azulones mientras que a la primera de cambio penalizó a los azulgrana con tarjeta. El FC Barcelona, con 11 faltas menos, terminó el partido con las mismas amarillas que el Getafe. Y es que Fuertes también le perdonó una roja a David Soria tras una entrada con los tacos en el tórax de Robert Lewandowski. Aún así, los 3 puntos se quedaron en casa.
Porque hablando de expulsiones es necesario volver a poner el foco en la capital, donde Muñiz Ruiz no quiso enseñar la segunda amarilla a Vinícius Júnior por reírse en la cara del cuarto árbitro por los 6 minutos de añadido. Y el VAR dejó de funcionar milagrosamente al no expulsar a Endrick por una clara agresión a Santiago Mouriño. De esta forma, el Madrid volvió a sufrir, robar y ganar.
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