FC Barcelona- Bayern: Flick salda su deuda
El FC Barcelona firma la noche perfecta en la que no solo venció a su bestia negra, sino que además lo hizo goleando (4-1), gracias a un hat-trick de Raphinha. Pese al empate de Kane, el equipo se rehízo, fue muy superior durante los noventa minutos y certificó la deseada venganza de todos estos años.
Tantas eran las ganas de revancha, que el Barça salió con el cuchillo entre los dientes desde el primer minuto. Pero además de forma literal, porque Raphinha no tardó ni sesenta segundos en sentar a Neuer y adelantarse en el marcador (1-0). El brasileño aprovechó el error de la defensa germana y pilló su espalda para batir al guardameta definiendo con mucha sangre fría en el mano a mano.
El desafío no achantó a un FC Barcelona que no renunció al estilo que le está llevando a ganar los partidos con valentía. Pese a la calidad y velocidad del rival, la zaga culé asumía el reto y marcaba la línea en el medio del campo para provocar la precipitación contraria. Sin embargo, a punto estuvo Kane de empatar, pero de nuevo la posición irreglamentaria salvó a los azulgrana por enésima vez este curso.
Aún así, el Bayern dominaba la posesión con demasiada facilidad y los pasadores tenían tiempo para pensar. El gol del delantero inglés sí fue válido ésta vez y antes de los veinte minutos se igualaba la contienda (1-1). Un cambio de juego encontró a Gnabry liberado y el extremo conectó con el ex del Tottenham que remachó como él sabe.
Cinco minutos después, Lewandowski quiso responder a su competidor por la bota de oro, pero ni él ni Lamine Yamal, que casi aprovecha un despiste de Neuer, pudieron materializar su oportunidad. Los blaugrana crecían en el encuentro y sometían a los bávaros en su propio campo. La tendencia dio sus frutos y el polaco no desperdició el regalo que le dio Fermín tras llevarse el cuero siendo el más listo de la clase.
La zaga muniquesa hacía aguas por todas partes y los locales se mostraban eficaces, tal y como venía siendo habitual (2-1). Pero la fiesta no se detendría y ésta vez Casadó puso a correr a un Raphinha imparable. Al carioca le sale todo, se internó hacia dentro, la mandó a guardar al palo largo con la derecha (3-1) y ampliaba la diferencia antes del descanso.
La superioridad local no disminuyó, pero Palhinha daba el aviso de que todavía faltaba mucho. El Barça no amenazaba, pero era sólido atrás con el bloque unido y sacrificándose en las ayudas. El éxtasis máximo llegaría con el cuarto tanto de un Raphinha messiánico a la contra (4-1). La grada se entregaba a su nuevo ídolo y capitán que le endosaba un hat-trick a la bestia negra.
Hansi Flick se podía permitir darle minutos a Frenkie De Jong en lugar de un Fermín que estuvo pletórico. Vincent Kompany sacudía a su equipo con cuatro cambios, sacando toda la artillería: Coman, Sané, Goretzka y Musiala. Pero nada preocupaba a unos aficionados que disfrutaban con 'olés' en la grada. Las buenas noticias también llegaban desde el banquillo con el regreso de Dani Olmo, mientras Raphinha se llevaba la ovación del público.
El FC Barcelona quería más sangre y el Bayern sacaba la bandera blanca para que los locales firmaran la tregua. Pero Olmo quería demostrar y Pau Víctor, Ansu Fati y Gavi también tendrían sus minutos de gloria para dosificar a Lewandowski, Lamine Yamal y Pedri. El único que ya tenía la mente puesta en el Clásico era Flick, pero el que debe de estar preocupado ahora mismo es Ancelotti.
