Benfica - FC Barcelona: Cantando bajo la lluvia
El FC Barcelona logró remontar un encuentro que se le puso muy cuesta arriba y en el que predominaron los errores y las jugadas estrambóticas. Lewandowski no perdonó de penalti, Eric García ponía el empate y Raphinha rubricó su doblete marcando el gol de la victoria. Gracias a los tres puntos, los azulgrana certifican la clasificación a falta de una jornada.
Hansi Flick salía con el once de gala para visitar Da Luz y sellar el pase a octavos en el infierno luso. Normalmente el Barça suele arrancar los encuentros mejor que sus rivales, pero ésta vez los locales transformaban el primer acercamiento del encuentro. Un desplazamiento en largo cogió la espalda de un Koundé que rompía el fuera de juego y llegó a Álvaro Carreras. El lateral centró y Pavlidis remató prácticamente libre de marca y a bocajarro (1-0). Poco después, como si de una repetición se tratara, el defensa robó a Lamine Yamal y encontró a Aursnes, aunque la oportunidad se fue rozando el palo.
El FC Barcelona pudo empatar antes de los diez minutos, pero Lewandowski disparó lejos del marco de Trubin. Sin embargo, el polaco no perdonaría desde el punto de penalti (1-1). Balde provocó el error de un Tomás Araújo que pisó al azulgrana, tal y como demostró el VAR. A partir de ese momento, los culés se adueñaron del balón, mientras el Benfica esperaba salir al contraataque. Antes de los veinte minutos, Gavi se topó con el portero ucraniano, el cual le sacó una mano providencial.
Pero el que acabó malparado fue Szczęsny, que chocó bruscamente con Balde cuando el arquero se disponía a anticiparse en un pase en largo. Tras esa desafortunada jugada del relevo de Iñaki Peña, de nuevo Pavlidis anotó, a puerta vacía (2-1). Todavía sería peor cuando el colegiado señalaba penalti por un derribo a Aktarkoglu en una salida temeraria del guardameta. El ariete griego no despreciaba el regalo y le ponía el lazo con un hat-trick en media hora (3-1). Quien no supo agradecer el presente fue Raphinha, tras la asistencia de Lewandowski al borde del descanso. El brasileño golpeó de primeras, precipitadamente y quedó en un tiro muy inocente. Los locales eran superiores, más eficaces y el resultado así lo reflejaba de camino a vestuarios.
El Barça tenía otra cara y Koundé quería seguir con su racha goleadora, pero el galo contactó el esférico con la rodilla tras el centro fantástico de Pedri. Pese a ello, Pavlidis permanecía insaciable, aunque Gavi se interpuso y luego Cubarsí salvó los muebles en un mano a mano de Aursnes. Los azulgrana iban a tumba abierta, pero el Benfica leía bien los contraataques al límite del fuera de juego.
A punto estuvo Lewandowski de repetir para recortar distancias, pero el ariete no esperaba el balón de Pedri. Llegada la hora, Flick apostaba por un doble cambio para levantar el marcador: Frenkie De Jong y Fermín por Gavi y Casadó. Acto seguido, en una jugada de humor británico, más propia de una película de dibujos animados, Trubin estrellaba el cuero en la cabeza de Raphinha y la pelota se colaba en la red bajo el asombro de todos (3-2).
La noche estaba llena de despropósitos y, después de romper un fuera de juego en uno de los tantos anteriores, Araújo quedaba señalado en un gol en propia (4-2). Schjelderup dejaba su sello centrando por la izquierda y el charrúa hizo el resto. Restaban veinte para el final y encima Bah y Di María entraban al terreno de juego...Por su parte, Eric García y Ferran Torres ingresaban en lugar de Balde y Koundé; a la desesperada.
En el Coliseum no se pitó la pena máxima de Uche sobre Koundé, pero en Champions sí se pitan los agarrones y menos claros todavía. Por ello, Lewandowski llevaba el duelo a la emoción de los últimos diez minutos, gracias a convertir otro penalti (4-3). La batalla bajo la lluvia era un correcalles, aunque también un cúmulo de imprecisiones. Sin embargo hay un jugador que de precisión va sobrado: Pedri. El canario le sirvió en bandeja un centro medido a Eric García para que este igualara la contienda (4-4).
La manita parecía al caer y el Benfica se defendía achicando agua. La tuvo Di María, aunque Szczęsny lo solventó compensando sus fallos. Milagrosamente, el que terminó alzándose con el triunfo fue el Barça. Un final épico en Da Luz que acabó con el quinto de Raphinha, mientras las águilas protestaban un posible penalti de Fermín. Victoria, tres puntos...y a octavos.