Barça Atlètic - Osasuna Promesas: Marc Guiu al rescate
El filial azulgrana apela a la épica para remontar el tanto inicial de Yoldi y suma tres victorias consecutivas. Un Marc Guiu heroico anota en el añadido y llama a la puerta del primer equipo.
Sin lugar a dudas, Marc Guiu tiene un idilio con el gol. Solamente ha necesitado un par de ratos con el filial para estrenarse. Debutó contra el Nàstic para jugar ocho minutos. Ahora, entrando en el 80’, ha decantado el encuentro a favor de su equipo. Todo esto, sumado con su gesta en La Liga Hypermotion ante el Athletic, lo postulan como un jugador destacado en el panorama futbolístico.
Como los locales venían en buena forma y creyendo en su juego, el encuentro lo empezaron dominando mediante posesiones largas. Aunque el filial de Osasuna presionaba alto, los blaugranas no rifaban el cuero. Por ello, las salidas de presión que fructificaban, llegaban muy justas a la parcela ofensiva. Como una ocasión que tuvo Percan a los 5 minutos de juego, que a pase de Moha chutó muy debilitado y sin ángulo cuando el rival ya había reculado y las piernas flaqueaban. Asimismo, no había ninguno de los suyos por delante.
Sin cargar de jugadores el área rival, el Barça Atlètic buscaba su gol con ataques estáticos al más puro estilo de handball. Fue mejorando en este aspecto a medida que avanzaba el cronómetro. Junto a las aproximaciones con cierta regularidad, los navarros, con la misma propuesta en el once (4-3-3), también ponían en apuros a la zaga barcelonista. Sobre todo con Max Svensson y un Ander Yoldi que se encargó de abrir la lata en el 32’.
Así es, se avanzaban los de Santi Castillejo. Como al filial del Barcelona se le hacían cuesta arriba los últimos metros, los de Pamplona lo aprovecharon. En un ejercicio defensivo en campo propio, robaron el esférico tras una pared obstaculizada. Entonces salieron al contraataque.
Svensson recortó primero, luego filtró un pase al hueco de manual: rompiendo dos líneas de presión y encima con destino a Bujan en posición legal. Y cuando este recibió, al primer toque cedió para que Yoldi la empujara al fondo de las mallas. Los rojillos, envalentonados ante la falta de ideas por parte de los culés en el último tercio de campo, se decidieron por ir en busca del segundo. Cosa que pudo suceder en más de una ocasión.
Para los segundos 45 minutos, Rafa Márquez agitó el banquillo para darle la vuelta al encuentro. Aleix Garrido y Unai Hernández entraron en detrimento de los dos extremos que salieron de inicio. Cambios efectivos, pues el de Ripoll robó el primer balón de la reanudación. A su vez, el de Badalona lanzó un disparo al palo previo a una conducción con la cual se deshizo de su marca.
El filial azulgrana cada vez jugaba mejor, aparte de con más prisas, todo sea dicho. En cambio, el tanto del empate llegó en una jugada aislada. En el 79’ y con el equipo volcado, Moha de córner ponía el cuero al corazón del área. Lugar donde se encontraba Cubarsí, que a sabiendas de que si hubiese rematado él no acabaría en gol, cabeceó para Pau Víctor. Así pues, el instinto goleador del 9 cedido por el Girona, hizo que chutase a puerta. En primera instancia salvó la zaga bajo palos, pero de inmediato el de Sant Cugat cazó el rechace antes que nadie para poner las tablas en el luminoso del Estadi Johan Cruyff.
Acto seguido la tuvo Osasuna Promesas en las botas de Aguilar. Pero Astralaga, que volvía a la portería dos jornadas más tarde, paró con una intervención de mérito. Entró Marc Guiu, que está tocado por la varita de un mago, porque ingresando en sustitución de un Percan muy limitado a lo largo del partido, el revulsivo se las ingenió para ver puerta.
En efecto, el mismo que ya salvó 3 puntos con el primer equipo hace apenas una semana. Este joven de la Masía está en estado de gracia y cuenta con una característica muy cotizada en este deporte, el gol.
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