Ansu Fati, con pie y medio fuera del Barça
El canterano azulgrana se resiste a abandonar el Barça pese a saber que no jugará bajo las órdenes de Flick. La directiva ha perdido la paciencia con Ansu y la presión al '10' cada vez es más grande.
Hansi Flick no cuenta con Ansu Fati. El canterano azulgrana sigue sin tener minutos en el Barça, ya que no ha sido capaz de volver al nivel que enamoró a toda la afición culé. Pese a que Ansu Fati se resiste a abandonar el Barça en este mercado de invierno, el club quiere deshacerse de él y la presión es cada vez más grande.
Hasta la fecha, Ansu ha disputado solo 186 minutos repartidos en ocho partidos diferentes. Tuvo su oportunidad de demostrar su valía ante el Sevilla a finales de octubre. Sin embargo, al canterano se le vio a un nivel muy lejos del que mostró en sus primeros pasos con el primer equipo. Desde entonces, el '10' azulgrana ha pasado a ser la última opción en ataque para Hansi Flick. Pese a que el técnico alemán le elogió varias veces en pretemporada y le transmitió confianza para que intentara ganarse un sitio, la realidad es que Fermín o incluso Pau Víctor han estado por delante de él en la rotación durante toda la temporada.
Su ausencia en la Supercopa fue el golpe definitivo para Ansu Fati. Aunque Dani Olmo y Pau Víctor no estaban disponibles, Flick dejó igualmente a Ansu en la grada. De hecho, contó con Toni Fernández, del filial, por delante del '10' azulgrana.
Pese a saber que no jugará, Ansu sigue manteniendo que prefiere continuar a las órdenes de Flick. No obstante, la mayoría de las partes implicadas consideran que lo mejor es que Ansu salga cedido en este mercado de invierno. Uno de los destinos que más tienta a Ansu Fati és el Sevilla. Sin embargo, el Barça se niega a iniciar las conversaciones con Víctor Orta, después de haber roto las relaciones con el club andaluz.
Ansu Fati deberá decidir su futuro más próximo en los siguientes 15 días. Desde el FC Barcelona se espera que el canterano recapacite y acepte una salida en la ventana de invierno. El tiempo se agota y la presión a Ansu Fati es cada vez más grande.
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