El futbolista del FC Barcelona concedió una entrevista al Diario Sport, mientras se encuentra concentrado con la Selección Española. Lamine Yamal aprovechó la previa del encuentro ante Países Bajos en la Nations League, para responder acerca de varios temas de la actualidad culé.
Puede que por ser todavía menor de edad, Lamine Yamal posee un descaro y una osadía que demuestra tanto dentro como fuera del césped. El extremo azulgrana es uno de los jugadores de moda en el panorama europeo, ya no solo por su rendimiento sobre el terreno de juego, sino también por su personalidad transparente y sincera. Una figura cercana dentro de un vestuario del Barça muy unido, tal y como mostró al hablar de Casadó:
«Hablé con él y le escribí que se recuperara pronto, que cuando volviera, lo visitaría y estaríamos un rato juntos. Esperamos que se recupere pronto. Lo queremos mucho.»
Lejos de abandonar ese discurso de humildad que lo caracteriza, el atacante quiere seguir teniendo los pies en la tierra y no darle vueltas a si es el mejor o no: «Yo salgo a disfrutar y no pensar en esto. Quiero disfrutar y pasarlo bien, jugar a fútbol que es lo que mejor sé hacer y no pensar en estas cosas.» Aún así, ya es un referente para los niños, sobre todo los de su hogar: «En mi barrio estoy como en mi casa, disfruto mucho, todo el mundo me trata muy bien, nos queremos mucho. Me lo paso muy bien allí.»
«(Flick) Nos ha metido en la mente que lo más importante es la intensidad, que luchemos el uno por el otro, que lo demos todo por la camiseta, por los jugadores, por la afición, por la familia… Debemos tener siempre ganas de ganar.»
Unos jóvenes que lo ven como un modelo a seguir prácticamente en todo: «Los niños van a ponerse brackets gracias a que los han visto en mí. Es algo que va de la mano con el fútbol. Los niños quieren ser como sus ídolos y lo disfruto mucho.» Él ya ha dejado de serlo y ahora ya no reside en La Masía, sino que vive independientemente y con más libertad: «En mi casa puedo descansar, voy a ver mi madre y mi padre cuando quiero. Tengo más libertad porque La Masía es una residencia y es normal que haya un control sobre dónde estás.

De todos modos, confiesa que sigue de cerca la cantera culé: «Tengo amigos como Brian Fariñas y me alegré mucho por él. Vimos la final comiendo. Él me va avisando de los partidos de la Youth League o la Liga e intento ir. Con el juvenil y el cadete te lo pasas bien, hay más igualdad que en los alevines, que el resultado es muy abultado. Te diviertes y ves a tus amigos.»
El próximo jueves 20 de marzo, se enfrentará a otro amigo como Frenkie De Jong: «No sé como estará, estaba malo de la barriga. Cuando nos tocó Holanda ya lo hablamos. Le he deseado suerte y tengo ganas de jugar contra él. Es un grandísimo jugador. Tenemos muchas ganas de jugar contra Holanda.» Siguiendo con la unión de la plantilla, Lamine la define como una piña: «Somos mucho más equipo que el año pasado. Es lo normal que ocurre con el tiempo cuando se juntan un grupo de jugadores y pasan tiempo juntos. Solo vino nuevo Dani Olmo que estuvo en la Eurocopa, somos muchos españoles y formamos una gran familia. Se pudo apreciar con la celebración ante el Atlético o Benfica. Todos nos alegramos por todos y es la clave del equipo.»
Sí que tengo esta sensación de formar parte de un equipo ganador. El año pasado el partido ante el Atlético de Madrid, un partido como el del domingo, no lo sacábamos. Igual que contra el Benfica. Tenemos la sensación de ser un equipo ganador, que quiere más y más.»
En gran parte, gracias a un Hansi Flick del que habla maravillas: «Nos ha metido en la mente que lo más importante es la intensidad, que luchemos el uno por el otro, que lo demos todo por la camiseta, por los jugadores, por la afición, por la familia… Debemos tener siempre ganas de ganar.» Pese a ello, todavía no ha llegado tarde a ninguna reunión: «Si no, no hubiera jugado como le pasó a Jules. Es un entrenador que sabe lo que debe hacer para contar con el respeto del equipo.» Aunque, además de ser estricto, también tiene su lado más cariñoso: «Es muy cercano, se preocupa por todo el mundo, te lo explica todo para saber en qué mejorar o no. Se lo agradecemos.»
Su autoexigencia y madurez le hacen encajar unas críticas que se toma de forma irónica: «Mientras no se diga que estoy en un mal momento o bajo rendimiento, siempre sacarán algo. Lo próximo que dirán es que no doy asistencias… Estoy muy tranquilo.» Emocionado por la temporada, proyecta ese hambre en un equipo capaz de todo: «Es algo que ya noté la temporada pasada cuando en la Champions nos eliminó el PSG. Sí que tengo esta sensación de formar parte de un equipo ganador. El año pasado el partido ante el Atlético de Madrid, un partido como el del domingo, no lo sacábamos. Igual que contra el Benfica. Tenemos la sensación de ser un equipo ganador, que quiere más y más.»
Esa transición que ha sufrido el FC Barcelona, le hace sentir que los culés pueden vencer a cualquiera, incluso al Real Madrid en una hipotética final: «¿Por qué no? No hay que temer a ningún equipo. Ya dije que en Champions, el Liverpool era el favorito por haber quedado primeros en la fase inicial y luego ya veníamos nosotros. No le tengo miedo a ningún equipo. Nosotros somos los que más daño hacemos al Real Madrid y viceversa.» Incluso cree que ese pensamiento hace al equipo más fuerte: «Si piensas que no eres el favorito, allí ya empiezas a perder. No piensas en que te pueden ganar. Piensas en que eres el mejor equipo, el que mejor juega y tiene más opciones de ganar.»
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