Al finalizar el encuentro, Hansi Flick se encontró con un vestuario cargado de emociones mixtas, donde la alegría por el pase a semifinales coexistió con una sensación de frustración por el rendimiento en el terreno de juego.
El vestuario al final del partido
Tras el pitido final, el vestuario del Barça fue el reflejo de la intensidad del partido. Aunque el equipo consiguió el objetivo primordial, pasar a semifinales, el ambiente en el vestuario no era el más festivo. Hansi Flick reveló que, tras una derrota que dejó un mal sabor de boca, la atmósfera estaba tensa, y algunos jugadores mostraban su incomodidad por no haber rendido a su máximo nivel.
Flick lo admitió con franqueza: «En el vestuario no había un ambiente de fiesta, pero les dije que debíamos alegrarnos. Hemos llegado a semifinales, y eso es lo que importa». El técnico alemán, conocido por su enfoque calmado y su capacidad para gestionar grupos, destacó la importancia de mantener la perspectiva: «Hemos pasado a semifinales, y hay que ver las cosas desde una perspectiva positiva. El equipo ha trabajado mucho para llegar hasta aquí.»
Flick: «No fue nuestro mejor día, pero estamos en semifinales»
En declaraciones a Movistar Liga de Campeones, Flick no dudó en admitir que el rendimiento del equipo no fue el esperado. «No ha sido nuestro mejor día, pero el ambiente en el estadio era tremendo y el rival era muy bueno. No es fácil jugar este tipo de partidos», comentó con sinceridad. Sin embargo, el técnico alemán destacó lo más importante: «Al final, nos hemos clasificado, y eso era lo que buscábamos.»
La victoria global y el pase a semifinales fueron celebrados, pero con una sensación de «trabajo por hacer». Aunque Flick insistió en la necesidad de centrarse en lo positivo, también dejó claro que la autocrítica sería esencial para el futuro del equipo. «No hemos jugado de primera, pero lo importante es que estamos en semifinales. Habrá tiempo para analizar lo que no salió bien.»
El reto no acaba aquí
Flick no se quedó solo en el análisis del juego. También hizo un balance de la trayectoria en la competición. “La Champions es la mejor competición del mundo, y llegar a semifinales es genial para el club, para la afición y para el equipo”, señaló tras alcanzar su partido número 50 al frente del FC Barcelona en un torneo tan especial.
Sobre el próximo rival, que saldrá del duelo entre Bayern de Múnich e Inter de Milán, el técnico alemán no mostró preferencias: «No tengo ningún rival preferido. Veré el partido desde casa y disfrutaré del espectáculo», afirmó sin esconder su entusiasmo por lo que está por venir.
El técnico alemán se centró en lo positivo
El mensaje de Flick fue claro: aunque el equipo no estuvo a la altura de su nivel habitual, el paso a semifinales era la recompensa que debía ser celebrada. «Lo positivo es que estamos en semifinales, y eso es lo que debemos resaltar. El equipo ha peleado mucho, aunque no haya sido nuestro mejor partido.»
Flick también se mostró satisfecho con el esfuerzo continuo de los jugadores: «Han jugado muchos partidos seguidos, pero siguen con ganas de entrenar y mejorar. Ahora, debemos centrarnos en lo que hemos conseguido, y después hablaremos de lo que no funcionó.»
El Barça está en semifinales seis años después, y aunque el camino no ha sido perfecto, el objetivo se ha cumplido. El equipo de Hansi Flick sigue vivo en la Champions y está a un paso de alcanzar la final, con el objetivo de regresar a lo más alto del fútbol europeo diez años después de levantar la ultima orejona.
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