El Barça pretende pagar la cláusula antes del día 9 de julio, día en que Nico debería empezar la pretemporada con el Athletic.
Acuerdo en marcha: cláusula abonada antes del 9 de julio
El Barça tiene claro que no quiere que Nico Williams regrese a Lezama ni un solo día. El 9 de julio es una fecha marcada en rojo en el calendario: el día que el Athletic empieza su pretemporada. Sería una imagen indeseada para todas las partes si Nico se presenta en Bilbao como si nada.
Para evitar ese escenario, el club azulgrana está ultimando todos los trámites para abonar los 58 millones de la cláusula de rescisión antes de esa fecha. Con el dinero ya preparado, la intención es cerrar el proceso legal a tiempo. Así, el jugador podría viajar directamente a Barcelona tras sus vacaciones y ser presentado como nuevo jugador culé sin pisar Lezama.
El Athletic contraataca y presenta quejas
Mientras tanto, el club bilbaíno ha iniciado una ofensiva institucional contra el Barça por el método empleado en la operación. Su presidente Jon Uriarte y el director general Jon Berasategi se han desplazado a Madrid. Allí han solicitado a LaLiga y la RFEF una fiscalización exhaustiva de las operaciones del Barça. Alegan un posible incumplimiento de la regla fair play 1:1.
El presidente Joan Laporta ha salido al paso de la ofensiva del Athletic. Ha instado a “que cada uno se ocupe de lo suyo” y ha asegurado que el Barça está comprometido con el cumplimiento legal y económico del fichaje. Por su parte, el vicepresidente deportivo Rafael Yuste ha considerado que la estrategia bilbaína es una “presión sentimental” innecesaria.
Un discurso sin sentido
El club bilbaíno se ha quejado, y mucho, del modo en que está llevando a cabo el Barça el fichaje de Nico. Sin embargo, su historial contradice el discurso que están dando. En privado, desde la dirección azulgrana no esconden su sorpresa por el tono de las quejas. Tienen en cuenta que el propio Athletic Club ha fichado en el pasado a través del pago de cláusulas. Así ocurrió con Iñigo Martínez, Javi Martínez o Zubiaurre.
De hecho, el Athletic se contradice con sus propias acciones: se quejan de que el Barça esté negociando con un futbolista que tiene contrato en vigor. Pero ellos hicieron exactamente lo mismo hace apenas unas semanas con Robert Navarro.
El Athletic cerró un acuerdo con el jugador catalán mientras todavía tenía contrato con la Real Sociedad. Robert trasladó a la Real su decisión de no renovar. El club sospechaba que el Athletic estaba detrás de él. El conjunto realista se plantó y le trasladó al futbolista que, de no renovar, se quedaría un año sin jugar. Finalmente, el futbolista fue traspasado al Mallorca con tan solo un año de contrato. Fue anunciado como nuevo jugador del Athletic el pasado mes de junio.
Robert Navarro posando con la camiseta del Athletic. Fuente: Athletic Club
En paralelo, el fichaje de Álex Gorosabel desde el Deportivo Alavés siguió el mismo patrón: el Athletic acordó su llegada con antelación, cuando el jugador aún tenía contrato en vigor con la Real, que se vio obligada a vender al futbolista al Alavés. El futbolista firmó por una sola temporada y, al cabo de un año, se convirtió en nuevo jugador de los leones, sin activar ninguna cláusula de rescisión, pero usando un modo que ellos mismos critican.
Ambas operaciones muestran que el Athletic también ha negociado con futbolistas vinculados contractualmente a otros clubes. La única diferencia es que el Barça pagará una cláusula y el Athletic usó un «club puente», pero ahora lo critican públicamente en el caso de Nico Williams y el Barça.
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